Alejandro Magno le pidió a uno de sus fieles sirvientes que el día que muriera se hiciera lo siguiente:
Que los médicos y sabios llevaran su féretro,
que en el camino fueran dejando todos sus tesoros (oro, piedras preciosas, joyas, etc)
y que sus manos colgaran fuera del féretro.
El sirviente se extrañó y le dijo: "Señor con todo respeto, para que son todas estas excentricidades?".
Alejandro lo miró, le sonrió y le dijo:
"Quiero que los médicos y sabios carguen mi féretro para demostrar que cuando en tu destino está marcada la muerte ni la medicina, ni la ciencia pueden contra ella,
quiero que mis tesoros sean arrojados en el camino, para demostrar que las riquezas materiales que obtenemos en este mundo, en la muerte no nos servirán de nada, son hechas en la tierra y en la tierra se quedarán,
y quiero que mis brazos cuelguen para demostrar que a este mundo llegamos con las manos vacías y que de la misma manera partimos de él"
De mudanza
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Este blog ha tenido bastante historia. Surgió como una idea personal de
acercar la Parroquia de María Nai do Bo Pastor, de Vigo, al mundo de
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Hace 9 años
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