¡Señor, ten paciencia conmigo!
Como una planta que crece en mala tierra,
dejo que el mal me reseque y me marchite.
¡Señor, ten paciencia conmigo!
Encontraré el remedio para crecer mejor.
Seré como un riego de agua fresca para los tristes...
Una palada de buenas palabras para los olvidados...
Una dosis de alegría para los desgraciados...
Un chorro de luz para los rechazados...
Una carretilla de sol para los que no son amados.
¡Señor, ten paciencia conmigo!
Gracias a tu amor, seré un buen “servidor-jardinero”.
De mudanza
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Este blog ha tenido bastante historia. Surgió como una idea personal de
acercar la Parroquia de María Nai do Bo Pastor, de Vigo, al mundo de
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Hace 9 años
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