lunes, 11 de febrero de 2013

Bienaventurado y valiente quien reconoce su incapacidad

“Dios no es indiferente a los actos humanos, sino que penetra en ellos realizando sus ‘caminos’, es decir, sus proyectos y sus ‘obras’ eficaces”. 





“En el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado”.

(BENEDICTO XVI)


G r a c i a s   por su testimonio.

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