jueves, 18 de marzo de 2010

Venga... camina



Prefiero no moverme,
estoy muy a gusto y tranquilo,
¿por qué ir allí y esforzarme
si me puedo quedar aquí
y además me va bien?

Somos personas muy cómodas
y solo nos gusta fijarnos en lo que conocemos,
en lo que nos gusta, en lo que nos va bien…

Lo que mejor conocemos
es lo que nos da seguridad,
preferimos dominar nuestro entorno
a adentrarnos en un mundo desconocido
y que nos hace inseguros y vulnerables.

En estos días, nuestro ejemplo es Jesús,
nunca se quedó estancado.
Jesús no nos quiere quietos,
nos quiere en camino.

El cristiano es una persona
en continuo movimiento,
en continua búsqueda;
una búsqueda de amor incondicional a los demás
sin esperar recibir nada a cambio.
Como el amor que Jesús nos brindó a nosotros
cuando cargó con su Cruz.

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